Cómo los Bonos al Portador representan más que un simple intercambio
Más lejos de ser un simple instrumento de intercambio, estos títulos se conformaban como un símbolo de confianza social. La aceptación de un bono implicaba que ambas partes firmaban un acuerdo tácito de que la transacción se respetaría, creando una base para las relaciones económicas en tiempos inciertos.
Por ejemplo, en la época de la Gran Depresión, o durante la Segunda Guerra Mundial, estos Bonos al Portador, se convirtieron en una herramienta básica para la supervivencia de los comerciantes y de toda la población. Los Bonos ayudaban al mantenimiento de una estabilidad económica cuando la liquidez de dinero era escasa.
Un caso particular es el de Cataluña, durante la Guerra Civil, debido a la escasez de liquididad y de metal, que en muchos casos estaba en manos privadas, a través de la modificación de la Ley de 9 de Octubre de 1936, estableció que los municipios podían crear moneda fiduciaria, de curso legal para todo el municipio. Eso es, la emisión de billetes, en forma de vales o bonos al portador, de cantidades de bajo valor, como una peseta o céntimos.
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